Los lunares de quita y pon

Todos los seres humanos tenemos lunares, pero hubo una época en que estos se ponían y quitaban a merced de la moda, esta época es el S.XVII, el Barroco, que ha pasado a la historia por su riquísima ornamentación y por el uso excesivo del maquillaje y los lunares. ¿Quién no ha contemplado esos retratos barrocos en los que lucen enormes pelucas, trajes muy recargados y la tez pálida y adornada con falsos lunares? La mayoría de las veces se utilizaban para disimular alguna marca provocada por la viruela, enfermedad que asoló Europa durante este siglo.

En Francia, que estaba a la vanguardia (como diríamos ahora) de la moda, estos lunares tomaron total protagonismo, allí se les llamaban "mouche" (mosca) y las damas y caballeros se los ponían como un adorno más en su indumentaria, estos se guardaban en unas cajitas que serían las predecesoras de las polveras. Los lunares generalmente estaban hechos de terciopelo y otros se pintaban directamente en el rostro.
Aparte de un elemento puramente estético también tenían un significado para el coqueteo y la seducción, por ejemplo; un lunar junto a la boca de una mujer significaba deseo de flirtear, en la mejilla derecha que estaba casada, en la izquierda prometida y junto al ojo, que sentía una pasión incandescente.
Esta moda acabó con la revolución francesa, pero hemos visto a muchas divas sobre todo en el S.XX que se han pintado lunares ¿Y vosotr@s, lo habéis hecho en alguna ocasión?.


"Dama en el tocador" podemos apreciar como se coloca los lunares de quita y pon. Retrato de Francois Boucher.



Retrato de la reina Isabel de Farnesio reina consorte de España, casó con el rey viudo Felipe V. Mujer de gran belleza pese a las marcas de viruela en su rostro. Retratada por Miguel Jacinto Meléndez.


La reina Maria Luisa de Parma esposa de Carlos IV de España retratada por Goya. Un lunar en la sien derecha que parece un parche.


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